Publicado en: mié, Sep 17th, 2014

El “Chapo” Isidro gana poder dentro de los cárteles en México

ElChapo-IsidroHa sido calificado como el enfrentamiento más feroz que ha tenido la Marina de México en Sinaloa en lo que va del año. Empezó el jueves 10 de julio, duró varios días y comprendió dos municipios sinaloenses, Guasave y Sinaloa de Leyva, este último en la sierra de Sinaloa, donde hay extensos cultivos de marihuana y amapola.

El saldo final fue de 12 muertos, entre ellos Miguel Ángel Pacheco Samaniego, jefe de seguridad de un grupo conocido como los Mazatlecos. Pero no encontraron al hombre que la Marina buscaba, el jefe de Pacheco Samaniego: Fausto Isidro Meza Flores, alias “Chapo Isidro”.

Este nombre es mencionado con creciente insistencia en México y algunos especialistas creen que le está haciendo sombra al hombre con el que comparte mote y que fuera su mortal enemigo: Joaquín el “Chapo” Guzmán, jefe del cartel de Sinaloa y -hasta el momento de su captura en febrero de este año – el narcotraficante más buscado del mundo.

En enero de 2013, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos incluyó al “Chapo Isidro” y a varios integrantes de su familia (esposa, padre, tíos) en su “Kingpin designation act“, la lista especial de cabecillas del narcotráfico a quienes puede bloquear y embargar sus bienes.

Roberto Arnaud, consultor en seguridad nacional, análisis estratégico y crimen organizado, afirma que el “Chapo Isidro” fue uno de los narcotraficantes que, a fines de los noventa, luego de la muerte de Amado Carrillo –”el Señor de los Cielos”– abandonó el Cartel de Juárez y se asoció con los hermanos Beltrán Leyva.

Aún era un adolescente. En ese momento los Beltrán Leyva seguían siendo socios del Cartel de Sinaloa y el “Chapo” Guzmán. Sin embargo, el arresto en 2008 de Alfredo “El Mochomo”, uno de los hermanos, provocó la ruptura.

Siguió entonces una sangrienta guerra en la que Meza Flores siempre se mantuvo del lado de los Beltrán Leyva, a pesar de que algunos los abandonaron. Entonces empezó a aumentar su poder dentro de la organización.

La notoriedad del “Chapo Isidro”, ahora de 32 años, ha aumentado al menos desde 2011. La presión de las autoridades también ha aumentado, sobre todo desde que el Departamento del Tesoro de EE.UU. lo incluyó en su lista negra y denominó a su grupo como “organización dedicada al tráfico de drogas”.

Sin embargo, su real importancia aún no está del todo clara. Su grupo es conocido como los Mazatlecos, aunque también se le atribuyen otros nombres, como La Oficina o Cartel de Guasave.

A fines de agosto, el diario Reforma informó en primera página sobre la realización de una cumbre de narcotraficantes en la ciudad de Piedras Negras, Coahuila, muy cerca de la frontera con EE.UU., una región especialmente azotada por la violencia y clave para el trasiego de drogas.

Reforma, que cita a fuentes de inteligencia de EE.UU. y México, indica que a la reunión –realizada en junio– asistieron los principales capos de los carteles Nueva Generacion de Jalisco (Nemesio Oseguera Cervantes, “el Mencho”); de Juárez (Vicente Carrillo Fuentes, “El Viceroy”) y de los Zetas (Omar Treviño Morales, “El Z42″).

Allí estuvo también el “Chapo Isidro”, según el periódico representando a Héctor Beltrán Leyva. Esto muestra el grado de poder que ha cobrado Fausto Isidro Meza Flores en el mundo de las organizaciones criminales, pero también indica que sigue formando parte del Cartel de los Beltrán.

Algo que tienen en común todas estas organizaciones es que conocieron mejores días. Lejos están los años en que los Carrillo Fuentes eran todopoderosos y los Zetas han sido quizás el cartel más golpeado durante el actual gobierno.

En este contexto, una alianza resulta lógica, teniendo en cuenta que entre sus enemigos se encuentran los más fuertes carteles de Sinaloa y el Golfo. Pero si la reunión es cierta y la alianza se concreta (algo difícil, aunque hay antecedentes de acuerdos similares entre carteles) cambiaría de nuevo el mapa del narcotráfico en México. Y el “Chapo Isidro” sería una pieza clave en él.


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